Cuando se nos viene la palabra Sacrificio a la mente la relacionamos con la idea de perdida. De que dejamos de hacer algo que “yo” quería por alguien o algo.
Te invito a un momento de tranquilidad. Siéntate cómodo y respira profundo tres veces y pregúntate: Qué es aquello que he sacrificado? A cambio de ese “sacrificio” que es lo que recibí?
Cuando te contestas estas preguntas con total sinceridad te das cuenta que:
NADA PERDISTE
NADA SE TE FUE QUITADO
Tú eres un ser SAGRADO, COMPLETO que vino a vivir las experiencias que tu SER, DiVINIDAD, DIOS (como lo quieras llamar) debía vivir. ACEPTA con amor y reconoce que cada experiencia es un momento sagrado!!
Mira las oportunidades de crecimiento a través de tus experiencia. No hago demandas a otros! Simplemente acepta que al cambiar tu visión de sacrificio por una visión sagrada todos ganan!!